Ya han
pasado unos cuantos días desde que la serie llegó a su fin, y es momento para
que con la mente fría uno pueda echar la vista atrás y reflexionar sobre el
final de la serie tras esas ocho temporadas que a muchos nos ha mantenido
enganchados al amigo Dexter Morgan.
Nada más
caer el telón del 8x12, la mayoría de las opiniones han sido bastantes
negativas, cuando no decididamente demoledoras y a pocos ha satisfecho ese
final. Ahora me toca mojarme a mí y he de decir que a mí el final no me ha
desagradado en absoluto, pero esto tengo que matizarlo lo que me ha
"ofendido" es el penoso deambular de prácticamente toda la octava
temporada y la penosa forma de llegar a ese final, no el final en sí mismo.
Cuando lo que tocaba era poner toda la carne en el asador y rematar la faena,
de las siete temporadas anteriores (sin olvidarme que la sexta temporada fue un
bodrio de cuidado, cada día resultan más aburridos esos asesinos de inspiración
religiosa y apocalíptica, amén de que el hijo de Tom Hanks tiene cero carisma)
los guionistas han perpetrado una temporada decepcionante en prácticamente
todos los sentidos, personalmente apenas he tenido empatía con la doctora
Vogel, pero es que lo peor el penoso deambular de ese aprendiz de asesino Zach
cuya aportación ha sido cero, la hija de Masuka otro personaje totalmente
innecesario, la decepcionante reaparición de Hannah McKay ( en la séptima
temporada su personaje me encanto) pero en esta ocasión desde ese estúpido
envenenamiento inicial poco ha brillado, por no hablar de que siendo buscada
por las fuerzas del orden no hace nada por cambiar su imagen. En cuanto a otros
secundarios que llevan años con nosotros definitivamente Batista es un lelo y
Quinn su pareja ideal, pensar que un día este hombre tenía sus sospechas sobre
Dexter y ahora acepta todo lo que venga de este sin plantearse ninguna duda,
sonrojante la escena de los policías tras contemplar como Dexter acaba con
Oliver Vogel, sinceramente me parecían de la talla mental de Bob Esponja y
Patricio Estrella. En cuanto al serial killer de la temporada, otro tipo con
carisma cero, entiendo que el nivel de "el hombre del hielo" o un
"Trinity" es difícil de conseguir, pero incluso el gánster ucraniano
tenía cierto encanto, o aquel charlatán que vendía éxito, este señor nada de nada
y se puede pasear tranquilamente con una camisa manchada de sangre que a nadie
le llama la atención. Leía hace unos días en una entrevista a uno de los
guionistas que lo que tenían claro desde el principio de la serie es que al
final Dexter se vería obligado a matar a su hermana, pues será que soy muy
"progre" pero esa eutanasia final no la puedo asimilar a asesinato y
tampoco comulgo con la idea de arrojar el cadáver al mar, como un cuerpo más de
cualquier otra víctima eso sí con la deferencia de no ir troceada, sinceramente
no le veo el sentido ni poético, ni de ningún tipo, eso sí nos brinda otra
escena ridícula la de Dexter aparcando su barco en la puerta del Hospital y
llevándose el cuerpo como si nada. Hay que reconocer que no creo que sea fácil
darle un final a la serie, y un final que contente a todo el mundo eso es tarea
imposible, se habían barajado varios posibles finales: desde la muerte del
protagonista, a su apresamiento para posterior ejecución o cadena perpetua, o
peor incluso un final feliz "curado" de su adicción, en esta
temporada se ha jugado en bastantes momentos con esa utopía de una vida de
felicidad en Argentina después de todo el paraíso para los "serial killers"
de la 2ª Guerra Mundial, por suerte ninguno de estos finales se han llegado a
producir. En este sentido el final de la serie me ha gustado ha sido poco
complaciente ese Dexter que irónicamente durante toda su vida ha buscado tener
sentimientos, ahora que "tiene" tendrá el resto de su vida para
martirizarse por todos los "daños colaterales" que han implicado
tanto sus acciones como sus "malas decisiones en determinados
momentos" (a fin de cuentas como cualquiera de nosotros). El detonante de
la decisión de Dexter para su exilio se produce después de la entrada de Debra
en coma, cuando es consciente que todos lo que le importan mueren, "el
amor" por su hijo Harrison y Hannah le llevan al último sacrificio final fingir su muerte y borrar cualquier conexión con su
vida anterior, nada que objetar salvo que de nuevo esto está muy mal resuelto
en la serie, era necesario tras arrojar el cadáver de su hermana esa estúpida e
innecesaria imagen de la galopada del barco hacía el ojo
del huracán para después volver a encontrar vivo al capitán, trabajando como un camionero/leñador en suponemos alguna
región boscosa poco poblada de Estados Unidos o Canadá imaginamos evitando prácticamente
todo contacto humano y resignándose a un destino de soledad.
Eso sí, con un
final abierto sobre si su carrera de "serial killer" ha finalizado o
no, incluso dentro de unos años si las cosas le van torcidas en la vida real a
Michael C. Hall no me extrañaría asistir a un regreso de un Dexter cincuentón
más cruel que nunca. Sea como fuere lástima que la temporada haya naufragado, cuando
se podría haber llegado al mismo final por otro camino más honroso, dicho esto
al menos nos quedan en mi opinión seis buenas temporadas, unas mejores que
otras pero que nos dieron altas dosis de entretenimiento y disfrute al menos a
servidor.
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