viernes, 24 de mayo de 2013

¡Aguanta esto! Courtney y yo.


Hace algunos años tenía un amigo escritor que incluso llegó a auto publicarse un libro que luego el mismo vendía en las Ramblas, aún conservo un ejemplar que me regalo en aquellos tiempos, aunque ignoro si llegó a rentabilizar la inversión que llevó a cabo para cumplir el sueño de tener entre sus manos su obra impresa en papel. Pues bien mi amigo le tenía un odio visceral a Lucia Etxebarria, incluso llegó a mandar  a la sección “cartas del lector” de algún conocido diario sus diatribas contra esta escritora. El motivo de encono hacia esta señora, lo desconozco. Sí lees esto no te enfades, hace unos meses en la sección de libros de un hipermercado encontré un libro de “tu estimada” Lucia al precio de dos euros. Te aseguro que si hubiera sido cualquier otra de sus obras literarias, ni me lo habría planteado, pero es que esa portada con Kurt y Courtney siempre tira un poco de las almas rockeras. Así que confieso que compre el libro y también que me lo acabo de leer. ¿Si me preguntarás, te ha gustado? Primero tendría que hacer un poco de historia y luego contestarte.  Más que un libro son dos, el primero publicado originalmente en 1994 o 1995 poco después de la muerte de Kurt, aprovechando el tirón que este tipo de sucesos tienen.
 
El original se llamaba “¡aguanta esto!” y no es otra cosa que una biografía de Courtney sobre todo y Kurt en mucha menor medida, Lucia reconoce que lo escribió por encargo, por 150.000 pesetas de la época a cambio de 150 folios, no está mal pagado teniendo en cuenta que ella dice que no era fan pero que le gustaban ambas bandas: Hole y Nirvana, más la primera. Para escribirlo recurrió a todas las revistas habidas y por haber en aquellos tiempos y es capaz de escribir una biografía que resulta amena y entretenida las andanzas de Courtney tienen su gracia y uno se acaba enterando de bastantes detalles que desconocía, en mí caso por ejemplo que Courtney con cuatro años había aparecido en una carpeta de los Grateful Dead, que en su juventud incluso había rodado alguna película en España o que incluso salía en “Sid & Nancy” sí aquella películaochentera en que Gary Oldman encarnaba al "pobre diablo" de Sid, o que incluso fue la cantante de los primerizos Faith No More, amén de trajinarse a Roddy Buttom que poco después cambiaría sus gustos de la carne al pescado y así un largo anecdotario de esos que a los roqueros nos gusta recordar de vez en cuando como el enfrentamiento con Axl en los premios de la MTV, las llamadas telefónicas de Kurt en plan "El Padrino" para amenazar a un par de chicas periodistas que querían publicar un libro donde Courtney no quedaba muy bien y hasta hay tiempo para  recoger una extensa listas de novio/as de la amiga, tan promiscua ella y tan trepa, diga lo que diga Lucía.
 
 
Estas 150 páginas de aquellos días no serán lo más original del mundo, no serán "Los trapos sucios" pero las andanzas de esta tiparraca y su relación sentimental con Kurt Cobain entretienen.

La segunda parte es la que llama “Courtney y yo” y aquí el protagonismo se reparte entre la diva y la escritora, Kurt no deja de ser un actor secundario. Esta parte es más un ensayo filosófico y psicológico que otra cosa, con momentos en que uno puede estar de acuerdo con la escritora y otros que el libro se hace muy cuesta arriba, básicamente cuando a Lucía le sale la vena de feminista militante,  es probable que si sus novelas siguen en esa onda de feminismo recalcitrante, como parece ser sucede, no es de extrañar que tenga tantos “amigos”, hasta uno podría formar parte de las huestes contrarias a esta mujer. Si bien es cierto que me sobran esas páginas de retórica feminista, así como esas otras en las que la autora pierde el tiempo hablando de temas que a uno se la traen al pairo, como la astrología o de estúpidas teorías conspiratorias en torno a la muerte de Kurt Cobain, cuando su muerte al menos para mi no tiene ninguna aureola de misterio, como pudieron tener en su día la de un Jim Morrison o un Elvis Presley. Más interesante me parece eso que personalmente llamaría el devenir del tiempo, o como cambia la percepción de una persona con el paso de los años, si cuando a mediados de los noventa Lucia escribió aguanta esto, sentía un poca disimulada simpatía por Courtney por su ajetreada vida que incluso se podía ver como aventura saltando de un continente a otro, manteniendo romances con quien quisiera sin importarle la opinión de los demás, por su boca que escupía el suficiente veneno como para alejar a los bien pensantes, diez años después ya en la madurez la autora las cosas ya no la ve de la misma manera ni la juventud de la diva era tan maravillosa como parecía, ni los diez últimos años le han sentado bien. Quien de nosotros no se ha sentido defraudado por un artista que tras alcanzar altas cotas de calidad, hundía su carrera en decisiones poco acertadas en lo privado y no digamos ya en el plano musical. Pues a Lucia le viene a suceder lo mismo, pero ella incide bastante en el plano de lo personal. Lucia es clara: “Courtney no ha sabido estar a la altura de si misma”, y ya ha dejado de representar lo que representaba. No sin razón la llama “caricatura de si misma”, al traicionar sus ideales a cambio de acceder a la “beatiful people”, luciendo modelitos de Versace, (esto le duele y mucho a la escritora) o siendo retocada continuamente por el bisturí del cirujano, hasta dejarle una cara inexpresiva, traicionar los ideales de antaño y encima justificarlo con excusas banales, no convence ni a la autora ni a muchos de nosotros. Para terminar creo que nada mejor que dejar un párrafo del propio libro donde la escritora demuestra no tener pelos en la lengua.

“Kurt desde luego, era guapo de aburrir y no creo que a estas alturas haya nadie capaz de negar su talento. Pero también era un colgado, un irresponsable, un histérico y alguien que visto desde fuera, no demostró la menor consideración ni hacia su familia ni hacia sus compañeros de grupo. Un niño al que la fama le venia tan grande como un pijama XXL. Y un cobarde.”
 
Yo también te prefería cuando eras una kinderwhore.
 
 

jueves, 23 de mayo de 2013

David Lee Roth MOVIE TRAILER


Pues si queríamos saber en que gastaba su tiempo Dave Lee Roth aquí tenemos parte de la respuesta supongo que ahora eso de escalar montañas le resulta mucho más difícil que hace un cuarto de siglo y aprovechando que vive a caballo entre Japón de donde es su nueva pareja y Estados Unidos, se ha metido en el mundo del cine, ha realizado un "corto" con guión original propio. Con unas dotes de actor propias de un Clint Eastwood, por la cara de palo el polifacético Dave pondrá las cosas en su sitio cuando tres matones de la Yakuza se rían de él. Es esto el inicio de una nueva faceta o simplemente un entretenimiento, uno apostaría por esto último, no deja de ser una curiosidad más pero como por aquí apreciamos a Dave que quede constancia.

lunes, 20 de mayo de 2013

The world is a freak

"The world is a freak" me gustaría definirlo como un hijo bastardo de Tesla, pues dos tercios de la banda Bar 7, son padres de Tesla y no son miembros menores hay están: Jeff Keith con esa voz tan inconfundible y Tommy Skeoch a la guitarra, de manera que lo que uno se puede encontrar en este álbum es una prolongación de la banda de Sacramento, no hay giros radicales en el estilo, ni nada que este fuera de sitio suena a Tesla por los cuatro costados, hay algunas incorporaciones modernas, como pueden ser loops de batería, algunos efectos electrónicos pero la esencia del rock and roll sigue ahí.
Fue publicado en el año 2000, en medio de ese período de diez años de sequia en estudio que medían entre "Bust a Nust" (1994) y "Into the now" (2004) y justo un año antes de que la banda original se reuniera de nuevo y lanzaran aquel fantástico documento en vivo al estilo de los viejos dobles Lp´s de los setenta llamado "Replugged live". El origen de este disco está en la voluntad de Jeff y Tommy de seguir creando música tras el "parón" de Tesla, así que entre 1996 y 1998 hicieron unos doscientos conciertos bajo el nombre de "Sofa Kings" creando este material, aunque al ser publicado el nombre del grupo pasaría a ser Bar 7, junto a los dos actores principales estaban otros tres músicos semi desconocidos pero que cumplen perfectamente con sus instrumentos Ray Hinkley a la guitarra rítmica, Steve Smith al bajo y Denis Bos a la batería.
El disco se publicó en junio del año 2000 en Estados Unidos con una portada distinta de la que luego tendría en Europa y sin ningún tipo de éxito.

 
Desde los acordes vitales y enérgicos del tema que abre el álbum "Freaked" el más hard rockero con ese toque que proporcionan las voces filtradas, hasta la final "American Dreams", nos encontraremos diez temas que no desentonarían en la discografía de Tesla, temas más duros como "4 leaf for clover" o la aceleración de "She Don´t", otros donde la dureza se combina con la melodía como "Cellofan" donde es el bajo el que marca toda la pauta de la canción, "Got a new life" uno de esos temas que empiezan con guitarras acústicas y goza de un estribillo coreable por el público, rematado por un solo de Tommy Skeoch marca de la casa. Por supuesto tampoco faltan las baladas en este caso representadas por "Ladybug", "Love is a such" o "All natural" o esa perfecta conclusión que es "American dream" un tema que comienza en una onda alegre con voces de fondo, armónicas, palmas, y hasta diría que se marcan un solo de mandolina, tras el cuál llegará una auténtica tormenta sónica en forma de solo eléctrico endureciéndose la canción y llevándolo por unos segundos hacía un tema de tintes "oscuros" o "siniestros" que vendrá a ser rescatado por esa guitarras acústicas que nos devolverán al tono alegre del principio.



Un álbum que los fans de Tesla deberían valorar y disfrutar por que hay mucha esencia de la banda esos 45 minutos.

lunes, 13 de mayo de 2013

Marauder

Una cabeza de cobra, la cabeza de una pantera negra y la cabeza de un águila, tres animales de lo menos domésticos que uno se pueda imaginar, tres imágenes que sirven para ilustrar una de las trilogías más "animales" de finales de los setenta y comienzos de los ochenta, personalmente podría definirla como la fusión perfecta del southern rock con el hard rock de la mano y un poquito de heavy metal de los veteranos Blackfoot, luego vendría la incorporación a la banda de ese pedazo de músico que es Ken Hensley de los Uriah Heep, pero la cosa sinceramente no funcionó, cosas que pasan como esa unión tan desagradable de Queen y Paul Rodgers, la suma de talentos a veces no es suficiente.

De toda su discografía me quedo con su quinta obra este "Marauder" es probable que su canción más emblemática "Highway song" no este en este disco, pero al conjunto de las nueve canciones que lo componen pocos peros se le pueden poner.
"Good morning", apenas ocho segundos de guitarras distorsionadas dan paso a la entrada de la batería y a unos guitarras veloces sobre las que sobrevuela una risa demente de Rick Medlocke, conforman una de las entradas más espectaculares de un disco, una de las canciones más heavys de los de Jacksonville, que no decae ni un instante. "Payin´for it", otro pelotazo en este caso tirando más al Hard rock, en el último minuto las protagonistas absolutas son las guitarras de Charlie Harggret y Rick. "Diary of a workingman", parece construida con el manual de las grandes baladas, una introducción de guitarras acústicas, la voz cargada de sentimiento de Medlocke en un tema con carga dramática un hombre en su viaje hacia el suicidio, el tema irá ganando en intensidad a medida que las guitarras eléctricas se impongan, para terminar de nuevo en clave acústica. Otro gran tema y de paso comentar que a pesar de lo muy agradable que es tener al líder de los "Pies negros" en su banda de origen los Lynyrd Skynyrd no deja de ser una pena que sus cualidades vocales queden tan desaprovechadas en estos. "Hard to handle", el sonido de nuevo se endurece, incluso la voz suena un tono más agresiva, hay quienes dicen que el riff inicial de este tema sirvió de inspiración para Metallica y su "Seek and destroy", todo puede ser. De todas maneras envidiable la manera de intercalar una trompeta de aires mexicanos en medio de la canción sin que esta pierda un ápice de intensidad y la manera de aporrear la batería del señor "Thunderfoot". El tema más duro de todo el álbum. "Fly away", el tema de más éxito en los charts americanos, esa canción con estribillo sabor AOR, pero no exenta de guitarras southern. Con "Dry county", recuperamos sonidos más ásperos, me encantan los cambios de tono que Medloke es capaz de imprimir a su voz. "Fire of the dragón", aunque el inicio es suave  a través de unas guitarras acústicas, no deja de ser otro trallazo de hard rock,  tan bien conseguido como los anteriores. "Rattlesnake rock´n´roller", comienza con unas líneas de banjo y una pequeña charla que parece remitirnos al "far west" para coger ritmo y acabar siendo un boogie muy marcado por el piano tan "Honkie  tonk woman"al que se irán sobreponiendo toda una serie de instrumentos harmónicas, otra vez el banjo que si no me equivoco toca el propio padre del cantante, sección de viento, un tema bailable. Para cerrar el álbum mi tema favorito el gran "Searchin", una balada que me recuerda a sus hermanos "Lynyrd Skynyrd", de nuevo con subidas y bajadas de intensidad, punteos de guitarra sublimes, coros que emplastan perfectamente en la canción y otro final desbocado donde las guitarras atruenan por todo lo alto, un final impecable para una de esas bandas que tampoco son demasiado reivindicadas, aunque el Popular 1 les dedico un especial hará cuatro o cinco años.

viernes, 10 de mayo de 2013

Electric 13

He de confesar que aunque no los use mucho tengo Facebook y Twiter, está mañana al abrir la primera de estas redes sociales había una imagen que me llama la atención.
Teniendo en cuenta que en el año 2009 The Cult hizo una gira de esas que ahora están de moda tocando uno de sus álbumes emblemáticos "Love", que después de esa gira se especulo que podían hacer lo mismo con sus siguientes discos. Pues toca pensar que en este 2013 tendremos una gira en toda regla de los británicos tocando íntegramente "Electric" que no es poca cosa aprovechando que hace unos días un compañero de blogger escribió una excelente reseña del mítico disco producido por Rick Rubin aquí os dejo la reseña: http://thekidswannarock.blogspot.com.es/2013/05/electric-cult-1987.HTML
Por otro lado espero que vuelvan a editar una apetitosa caja de música con material de la época, como ya hicieron con la edición de Love, una gozada a un precio más que razonable.
Aunque lo que realmente me ilusiona es la esperanza de que antes de que la vejez los asole sean capaces de realizar una gira recreando íntegramente "Sonic Temple" de uno de los mejores discos de Hard Rock de todos los tiempos, confiemos en que la voz de Astbury aguante y que la espera no se demore en exceso, mientras tanto es posible que este mismo año y de cara al otoño, invierno en nuestro país vuelva a sonar al completo "Electric" que no es moco de pavo, ya que viendo las fechas de la gira 2013 sólo hay concretado un único concierto el 16 de agosto en Biloxi (Estados Unidos), crucemos los dedos y esperemos que todo esto se haga realidad.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Safety Love


Sigamos con discos "oscuros" de aquellos maravillosos años ochenta, hoy nos tocaría un álbum que podríamos incluir en la categoría de los "saqueadores" y con este adjetivo me refiero a bandas o artistas que sin cortarse un pelo, copiaban o plagiaban a sus artistas favoritos y no estoy hablando de las bandas tributo que por cientos ahora pululan por el mundo, no.

Aquí vamos a hablar de grupos que copiaban descaradamente a sus ídolos en todo o casi todo. El ejemplo más obvio fueron los mil y una vez criticados Kingdom Come que con su single "Get it on" pusieron los pelos como escarpias a los fanáticos de Led Zeppelin (no sin cierta razón piensa uno)  pero ellos aprovecharon  el momento vendieron medio millón de discos y a día de hoy por lo visto siguen en activo o sea que tan mal no les ha ido.
 

Otros como Michael Anthony Franano, no tuvieron reparos creando un grupo y un álbum que era como una reencarnación de los Doors con un ligero tamiz años  ochenta, hasta yo reconozco haber comprado  aquel disco de "The Front", aunque el pobre Anthony creo que no saco mucha tajada de su trabajo.

Pero el caso que hoy nos ocupa, es el de un artista que tenía una voz y tocaba la guitarra, como dos personas fundidas en una, me estoy refiriendo a Billy Idol y a mí adorado Steve Stevens, (no llega al nivel de los originales, pero que nadie dude que pone empeño)  si cogemos su único álbum editado en 1988 "Safety love" y pinchamos alguna canción podríamos pensar que es algún tema de los ochenta de Billy Idol copiándose un poco a sí mismo.

Pero empecemos por lo primero, la portada del disco no es muy acertada que digamos, bueno de hecho es bastante horrorosa podría competir perfectamente con la de los mencionados anteriormente "The Front" (otra loa al mal gusto). El nombre del artista en letras de distinto tamaño y color, que creo ya estaban un tanto caducas incluso cuando salieron,  la doble imagen de David Drew  con un toque difuminado cual Leonardo DaVinci y con esa guitarra que parece emerger de sus partes más nobles, con estos pelos de haber metido el dedo en el enchufe, la camiseta con el símbolo de la paz me imagino prestada por algún miembro de Enuff Z´nuff, a la vez que luzco un cinturón de balas a lo Slayer y me pongo unos pantalones horteras bastante propios de la época eso sí, claro que como todo es un fotograma, hemos de imaginar que salió defectuoso. Pero como siempre lo importante es la música y como esto es un blog que podría equivaler a un confesionario, al final he de decir que el disco en general me gusta. David Drew no tiene desde luego ni el carisma de un Billy Idol, ni la técnica de un Steve Stevens pero aún siendo poco original, le tengo un cariño a este disco.
Como en muchas otras ocasiones nos quedaremos probablemente sin saber cómo hubiera sido ese segundo disco, claro que por alguna canción colgado en la página de Facebook creada por sus ciento cuatro fans "all over the world", parece existir una deriva hacia el blues, pero es sólo un botón de muestra de lo que pudo haber sido y no fue.
Yendo ya al álbum que nos ocupa son apenas cuarenta minutos, donde tienen cabida nueve temas. Ocho son originales más una versión de un grupo de los setenta llamado "Sugarload" cuya canción "Green eyed  lady" de tintes folk y psicodélicos, se transforma aquí en un tema que como todo el álbum recuerda al dúo Billy/Steve. El tema tiene incluso un video clip grabado para promocionar el disco.

 

En cuanto a los otros ocho temas, hay tres canciones que tienen mayor tendencia hacia el hard rock, otros tres que podríamos englobarlos en el AOR, más la balada de costumbre "She´s is the one" y un medio tiempo que a la postre diría es la canción más floja con diferencia "Common emotion" .
Obviamente me quedo con aquello temas que suenan más fuertes "City of fire" es el ejemplo ´más perfecto con esos guitarrazos en ocasiones galácticos en ocasiones secos marca de la casa Stevens, coros crecientes, teclado machacón, la voz a lo Billy Idol y ese bajo todo el tiempo marcando el ritmo y las pausas. El tema de marras en vivo y en directo ante una veintena de fans de la banda en New Haven.
 
La inicial "Safety Love" es otra de mis preferidas uno de esos temas hard rockeros, con una base rítmica contundente, guitarrazos de hard rock por doquier, la voz más varonil de todo el álbum e incluso ese estribillo más comercial y que baja algo las revoluciones del tema queda perfectamente encajado en la canción. "Machine gun love" es un tema que ira de menos a más, con bases probablemente programadas, es en esta canción cuando David pone su voz más grave y cuando más se asemeja a Idol, coros femeninos, a partir del minuto dos y cuarenta segundos el tema se vuelve adictivo enlazando un desvarío guitarrero con los coros que hace el propio Dave, para volver a los coros femeninos y rematar otra buena faena.  Los tres tema más orientados al AOR son "Girl in the window", "Pretty Baby" y "Queen of the night", que tampoco son malos temas en absoluto. Un disco que peso a los peros que los tiene, me gusta y que es probablemente de los más desconocidos de los años 80´s.

lunes, 6 de mayo de 2013

Repuntuando


El hombre es un animal de costumbres,  y una de las que confieso poner  en práctica cada cierto tiempo es rescatar del fondo de un armario viejas revistas de la adolescencia y  echarles una ojeada, releer viejas crónicas de conciertos y discos  y ya de paso bucear en Internet porque en su día era imposible comprar todo el material que aparecía en las revistas y en cuantas ocasiones te quedabas con las ganas de escuchar algo. A día de hoy aunque hay todavía algunos discos reseñados que no he podido encontrar en formato audio, como mínimo si suele haber alguna referencia que mantiene vivo el recuerdo a la espera de que en equis tiempo algún fan los cuelgue en la red.  Hoy mismo viendo una de esas revistas de aquella época, no he podido evitar sonreír al ver las "reviews" de cuatro discos y pensar que uno les hubiera dado una nota distinta a esos álbumes, pero es que probablemente los propios críticos de la época si pudieran lo harían. De hecho el único disco que no tenía lo he podido escuchar a lo largo de este día en un par de ocasiones y no es mal un disco en absoluto, pero la chica que lo puntuó le dio un 10 (simpatía por el propio género, me imagino).
 
 
En cambio discos fundamentales de los noventa se quedaron en notas algo bajas. Lo mejor es que os cuelgue la foto y que cada uno saque sus propias conclusiones.
En cuanto al primer disco la verdad es que aparte de en esta revista en concreto no recuerdo ninguna otra mención a esta mujer en ningún lugar, y menos aún haber visto este disco en parte alguna. El caso es que al parecer la chica Chrissy llamó la atención del guitarra Brian Macleod de un grupo de cierto éxito en Canadá llamado "Headpins" que sinceramente tampoco conozco y se decidió a grabar un disco con chica de voz poderosa al frente, el disco sigue quizás la línea de alguna de aquellas chicas compatriotas suyas que consiguieron cierto reconocimiento a principios de los noventa me refiero por ejemplo a Alannah Myles quien tuvo un éxito notable con "Black velvet" para seguir luego una carrera sin repercusión alguna. No es un mal disco guitarras potentes en bastantes momentos "Move over" es el ejemplo más claro de esto, junto a momentos mucho más orientados al AOR, gracias a Spotify si alguien quiere puede darle una o varias escuchas. Es el único álbum que grabo esta mujer. Si tuviera que darle una nota la intercambiaría con la que le dieron a Nirvana un 6.6.
 
 
En cuanto a los otros tres discos son mucho más conocidos y esta claro que el crítico que puntuó a Nirvana con 6.6 no sabía el efecto que este disco tendría en el mundo del rock en el transcurso de la década de los noventa un álbum icónico donde los haya, siempre he pensado que Nirvana eran entre los grandes el grupo más flojo de aquella hornada que salió de Seattle, pero es que allí abundaba la excelencia y a fin de cuentas no seré yo quien le reste méritos a este documento sonoro disco esencial no sólo de los noventa sino del conjunto de la Historia del rock. Una nota un 9.

En cuanto al disco de Ratt, he de confesar que en general aborrezco los recopilatorios suelo considerarlos adecuados para bandas que no son capaces de facturar más de dos o tres buenos temas por disco y que cuando llevan un puñado de álbumes editan un disco que es perfecto para evitar el relleno. ¿ pero quien necesita un recopilatorio de una gran banda? Otra forma de sacar dinero en base a temas archiconocidos y en muchas ocasiones con la picaresca de poner un par de canciones inéditas o caras B para que el fan pase por caja. Aún así Ratt quienes un día pensé estarían a la altura en calidad de unos Mötley Crüe, fueron bajando el nivel de calidad y se quedaron en una banda de grandes canciones pero que podían haber llegado más alto de haber puesto todos sus miembros toda la carne en el asador. Nota aquí ese 8 me parece más que justo.

 
 
 
 

En cuanto al cuarto disco aún siendo muy fan del anterior "Mother´s milk" está claro que esta es la obra cumbre del cuarteto californiano, en extensión y calidad, no se sí fue la casa encantada donde llevaron a cabo la grabación, la conjunción de los astros o que Rick Rubin exprimió las guindillas picantes sacándoles todo su jugo pero el caso es que otro de esos discos que merece figurar una antología de lo mejor de los noventa y no sólo por algunas canciones con las que tocaron el cielo "Under the bridge", "Suck my kiss" o aquel "Give it away" si no que entre sus surcos hay otros catorce temas con esencia. Nota 9,5. 
 

Eat `em and smile

En el año 2012 los fans de Van Halen tuvimos una de esas alegrías que durante muchos años formaban parte de un sueño colectivo, la reunión de D. L. R. con sus antiguos compañeros (más Van Halen que nunca por la añorada ausencia de Michael Anthony), el resultado al menos para mí completamente satisfactorio un gran disco que más allá de polémicas si se trataba en mayor o menor medida de viejos temas reescritos e reinterpretados, dejaba y deja un grato recuerdo, siendo sinceros las expectativas tampoco eran muy altas, en caso de que haya un segundo asalto en este retorno veremos por donde van las tornas. Tampoco soy de esos que se engañan el origen y existencia de "A different kind of truth" es por mutua necesidad, un Dave Lee Roth en horas bajas desde hace muchos años y otro tanto se podría decir  Eddie Van Halen con aquel punto culminante que fue la incorporación de Gary Cheronne a la banda para un único y olvidable disco. Los años han ido limando asperezas, los egos han ido disminuyendo en paralelo a la venta de discos, y las ganas de reverdecer laureles nos llevaron primero a una gira de "greatest hits" y luego llegó el nuevo material, bienvenido sea.
Pero en 1986 las cosas eran bastante diferentes Dave Lee Roth acababa de abandonar la banda y se enfrentaba a un difícil reto triunfar en solitario, enfrente los Van Halen, a los que siempre les quedaría el nombre sinónimo de una "marca" y que porque negarlo ayuda a vender, más claro está el talento innegable de Eddie Van Halen a las seis cuerdas y una sección rítmica demoledora.
Dave Lee Roth no falló, siempre he pensado que este "Eat `em and smile" es el digno sucesor de "1984" que ya de por sí era un disco corto, este lo es aún más pero con un tono mucho más gamberro y divertido un disco de Dave en estado puro, letras intrascendentes, referencias sexuales y la posibilidad de hacer lo que le viniese en gana desde versionar a Frank Sinatra con mucho más acierto que Sid Vicious, a marcarse un chabacana versión en español de este disco impagable documento sonoro que surgió de la idea de vender millones de discos en México atendiendo al índice de población juvenil que había en el país. Un disco ese "sonrisa salvaje" que son las mismas pistas de sonido pero con la voz de Dave Lee Roth ahora sonando con un deje cubano, en otros momentos con un deje mexicano y unas letras que no dejan de provocarnos una sonrisa o algo más.



Pero volviendo al año 1986, y el gran éxito de sus dos primeros discos debe atribuirse en gran medida a que supo rodearse de unos músicos más que competentes, un Steve Vai más inspirado que nunca puso unas guitarras espléndidas, y la sección rítmica tampoco es que tuviese mucho que envidiar a su ex banda Billy Sheehan al bajo y a la batería Gregg Bissonette.
Gente joven pero con experiencia y ganas de demostrar su valía, dieron como resultado un disco breve pero variado desde temas de hard rock como "Yankee Rose" el hit por excelencia de este álbum con lucimiento para los tres músicos, a otro pelotazo de hard rock pero mucho más acelerado "Shyboy", para pasarnos a un swing guitarrero como es "I´m easy" demostrando que Dave Lee Roth era un tipo muy abierto de mente y que no le importaba un comino incorporar cualquier tipo de influencia a su música. "Ladies´nite in Buffalo?" recoge influencias del funky y se convierte en un tema casi bailable, coronado por un solo impagable de Steve Vai. Con "Goin crazy!´"vuelve un tema hard rockero que perfectamente podría haber encajado en "1984" sintetizadores incluidos más un cencerro que le da su puntito.
El video no puede ser más ochentero, ridículo lleno de posturitas, con Dave pasándoselo en grande mientras el resto de músicos tampoco van cortos de las típicas posturitas made in the 80´s.
Para abrir la cara B, que a fin de cuentas uno lo tiene en vinilo tras la desagradable experiencia de haber comprado alguna cinta en su día en un mercadillo que ponían y ponen los viernes en el mercado de Bellvitge y que de tanto sol, sonaba algo agría, pues una versión de 1964 de una banda llamada "The Nasville Teens", la canción es "Tobacco road" que alcanzó cierta fama gracias a la alargada versión que el señor que el sábado tocó en Barcelona, o sea Eric Burdon popularizó con "The animals", la versión de David Lee Roth conserva ese aroma blues con una fuerza tremenda en solo 3:47, mientras la versión de Eric Burdon supera con holgura los trece minutos, pero seguramente a David le interesaban píldoras más cortas y contundentes. "Elephant Gun" es otro tema de hard rock con solos por doquier, un bajo que se cuela por todos los rincones y nos da el mejor solo de este instrumento en todo el álbum que no es cosa baladí. "Big trouble" quizás el tema menos comercial del álbum, pero no menos bueno Dave Lee Roth diría que hasta forzando la voz, Vai de nuevo luciéndose con su instrumento y la base rítmica contundente al máximo. "Bump and grind". Y claro para cerrar el disco "That´s life" quizás un preludio de lo que vendría años después con un Dave Lee Roth deseando triunfar en Las Vegas en un estilo más propio a Frank Sinatra que a su propio pasado, un estilo que no tiene que ver demasiado con lo ofrecido por el disco hasta ese momento pero que resulta delicioso,  coros femeninos, piano, arreglos de cuerda y viento para cerrar un disco de forma inmejorable, a más de un seguidor seguro que en su día no le gusto este pedazo de versión. Disco breve y perfecto para escuchar ahora que el astro rey nos vuelve a sonreír.



jueves, 2 de mayo de 2013

Electric Rattlebone

En los próximos días, supongo tendré la oportunidad de escuchar el nuevo álbum de Tom Keifer han pasado casi veinte años desde que este hombre publicó con su banda de toda la visa su ultima obra aquel olvidado "Still climbing", por más que haya tenido problemas de garganta, no dejó de pensar que son muchos años de "dilación" y mucho lo que nos hemos podido perder por ese largo y árido camino. Buen momento este para rescatar, no un disco de Cinderella que siempre es agradable, sino de una banda coetánea con algunos puntos en común con la propia "Cenicienta. Después de todo porque negarlo me gusta sacar del baúl de los recuerdos discos que subjetivamente uno piensa se merecían un mayor reconocimiento o éxito comercial como este "Electric Rattlebone" porque en ocasiones la vida no concede segundas oportunidades a bandas que no triunfan a la primera y nos quedamos especulando sobre lo que podría haber sido, como le sucedió a la banda de Dean Davidson que incluso tenía preparadas las demos de un segundo disco que se debía publicar a finales de 1992, pero la llegada del "grunge" cerceno esa posibilidad. Cierto es que por la red circulan copias de lo que debía ser ese segundo álbum "Just a taste" pero tampoco es menos cierto que se echa en falta esa labor de pulido que nos permitiría valorar en su justa medida ese segundo asalto.
Si Cinderella dieron un paso de gigante del "Night songs" a su siguiente obra dejando atrás influencias demasiado obvias y ganando personalidad con "Long cold Winter" y enriquecieron aún mucho más su sonido con su "Heartbreak station". La evolución de Dean Davidson podríamos decir que corrió en paralelo, estaba triunfando con Britny Fox (banda en la que por cierto llegaron a militar dos ex-Cinderella) es la época de máximo esplendor de las hair bands y sin muchas dificultades la banda glam con reminiscencias AC/DC, Kiss  consigue vender unos cientos de miles de copias de sus dos primeros álbumes, pero el cantante no se siente realizado y al menos en la versión oficial de la historia decide dejar el grupo, porque se siente atraído por un sonido más deudor del blues y su nuevo proyecto son "Blackeyed Susan" que podría definir como el producto de agitar en una coctelera a unos Aerosmith, unos Stones y porque no reconocerlo a los propios Cinderella, si a esto le sumamos una buena voz, es probable que no nos salga la banda más original del planeta pero si nos puede salir un disco más que correcto, como a la postre sucedió.
 
 

En cuanto al disco no se trata de analizar tema a tema, pero hay variedad de sonidos desde la breve introducción que comparte título homónimo con el álbum queda claro que los parámetros de Britny Fox quedan atrás y la influencia del hard y el blues serán señas de identidad. Temas rockeros como "Satisfaction", "Symphathy", "Old lady snow", que se enriquecen en ocasiones con instrumentos de viento, un piano jugueton y unos coros comerciales que pueden ser tanto de los propios miembros de la banda, como en ocasionales coros femeninos. El único video que he encontrado en la red corresponde a "None of it matters", con su peculiar introducción de sitar y un sonido rasgado de guitarra que me recuerda a unos Aerosmith en buena forma.

"How long" el tema más marcadamente blusero del álbum, con un ritmo y una letra serpenteante, piano, harmónica y coros femeninos le dan ese toque stoniano que cuando en cuando asoma por el álbum.  "Best of friend" es el tema dedicado al difunto batería de "Britny Fox" Tony "Styx" Destra y es un tema que suena 100% a los de Cinderella de "Heartbreak Station", esos arpegios, esas guitarras acústicas, los coros góspel no pueden sino rememorarnos el disco de los chicos de Tom Keifer. Quizás lo único que sobra en el disco es la instrumental "Indica" son casi dos minutos de sitar que no vienen muy a cuento. Pero esto queda compensado por otras joyas como la mejor balada del álbum " Ride with me" una "power ballad" sin estridencias, pero perfectamente construida. La vacilona "She´s so fine" o ese poderoso cierre final con Heart of the city" un tributo a sus Philadelphia natal, que roba con gracia parte de los coros  a sus satánicas majestades. Más de veinte años después me sigue pareciendo un LP notable que paso desapercibido pero que goza de cierto prestigio entre los fans y que conviene rescatar de ese baúl de tanto en tanto.

Sobre los últimos veinte años de carrera del artífice principal  míster Dave Davidson, pues decir que no se ha prodigado en exceso, algún concierto esporádico. Un disco ya bajo su nombre en el año 2007 "Drive my karma" mucho más relajado que lo que solía ofrecer en su juventud.
Eso que se llama un disco de autor, un intento en el año 2010 por parte del cantante de reagrupar a los Britny Fox originales, que fracaso por la negativa de la otra parte y ya para este 2013 prevé lanzar un nuevo disco que seguirá estando alejado de aquello que ofreció antaño.