Los Zodiac Midwarp fueron una de
esas bandas salidas de Inglaterra a finales de los ochenta que tuvieron sus
quince minutos de gloria entre los seguidores del Rock duro, para luego caer en
el olvido más cruel aunque buena parte de la culpa la tuvieron ellos mismos ya
que sus sucesivas obras no se aproximaron ni por asomo a este
"excesivo" y agradable "Tattooed Beat Messiah". A veces el
mundo de la música te da sorpresas y quien se iba a imaginar que un tal Mark
Manning, editor de un fanzine londinense, deseoso de experimentar la vida de
una decadente rock star y un guitarrista Cobalt Stargazer con curriculum vitae
más que cuestionable había tocado con las huestes de Wham (sí, la banda de
George Michael) aunque menuda rendención la suya abrazando el sleazy más sucio
y haciendo una imponente versión de "Baby, I'm your man" los dos
"florecillas" antes citados. Cierto es que sus guitarras sonaban por
momentos a unos AC/DC o The Cult fase Electric, pero también en su sonido
se podía apreciar cierta tendencia a un rock de tipo cósmico Monster Magnet o
influencias del cine serie B. Y es que el
disco comienza con un toque original, lo que los ingleses llaman un
"speech" un discurso de sólo 30 segundos llamado
"Wolfchild" con frases ideario como "Pide lo imposible, sueña tu
destino, nada es imposible" para enlazar directamente con el primer gran
tema del álbum "Prime mover" que se abre con un imponente sonido de
órgano de iglesia para dar paso a un grito carcajada del perturbado vocalista y
sin tregua llegamos a un riff AC/DC que da paso a su himno rockero por
excelencia. Impagable video clip de los Zodiac Mindwarp llegando desde el
espacio exterior en su particular nave al dormitorio de una iglesia católica de
jovencitas. Dónde la banda ofrece su particular "sermón rockero"
embutidos en cuero negro y simbología extrema, ante las tiernas estudiantes que
no tardan en abrazar el Rock´n´roll uno de esos maravillosos videos ochenteros
cargados de chispa.
Pero este no es un disco de un solo tema además de los
más conocidos "Back seat education" y "Planet girl"
temas que también tuvieron sus correspondientes video clips, en este
último Mark Manning no deja de recordarme a todo un Dave Wyndorf, el
hombre parece gustarse a sí mismo y exuda una cierta sexualidad en otro
tema de poderosos riffs y pegadizo estribillo, toda una declaración de
amor a una "girl" de otro planeta. También excelente resulta la versión de los Steppenwolf y su "Born to be wild" con esas guitarras 100 % hevies y la voz del amigo Mark imponiendo su ley.
En ocasiones la imagen de la banda tenía cierto parecido con la de unos extras salidos de Mad Max, y sus letras desde luego no tenían desperdicio fantástica "Holy gasoline", con Mark cantando parte de la canción en un tono que nos puede recordar a Iggy, para derivar en otro tema eminentemente de hard rock, con solo de guitarra por supuesto y es que los tópicos y clichés bien utilizados siempre han dado buen juego. Nadie debereía perderse piezas como "Back seat education", "Spasm gang", "Skull park joker" o la propia "Tattooed beat messiah" con esa parte central psicodélica y ese final que recuerda una película barata de terror, un disco que sólo baja el pistón con "Kid´s stuff" el tema lento que todas las bandas de la época solían ofrecer, sin ser en ningún momento una balada si no más bien un tema que parece la épica oda de un borracho, estilo Tyla. Uno de los mejores discos de hard rock paridos en Gran Bretaña a finales de los ochenta.
Y es en estos días de gloria de la banda, cuando surge una de esas extrañas colaboraciones catódicas que si algún día uno, como entrevistador tiene la oportunidad le gustaría desentrañar. El misterio de ver a los Zodiac Mindwarp como grupo solista en una actuación televisiva de Belinda Carlisle (a día de hoy bastante olvidada para el gran público pero que a finales de los ochenta y principios de los noventa, vendía discos como rosquillas y llenaba grandes recintos).
Aunque quizás sea más bonito mantener el misterio de que provocó esa reunión sobre el escenario pues más allá de algunas aficiones comunes muy insanas entre ambas partes, poco tenía que ver la música de Belinda y la de los Zodiac. Destacar en especial, al bueno de Cobalt Stargazer pasadísimo de vueltas y en un estado "etílico" más que evidente, marcándose un solo de guitarra ficticio sobre el play back que suena de fondo, mientras Belinda y sus coristas aguantan con bastante serenidad el esperpéntico espectáculo del "guitar hero". This is Rock´n´roll.
Por cierto que guapa estaba en estos años Belinda, después de haber perdido unos kilitos y dejar de lado sus horteras peinados de principios de los ochenta y su rubio natural por ese tono pelirrojo y ese look tan sexy, tengo que reconocer que me gustaba más ella que no su música.
No hay comentarios:
Publicar un comentario