sábado, 26 de septiembre de 2020

Chasing fire

 


Han pasado dos años de la mayor decepción del 2018, la continuación del gran "Halfway to Hopkins"(2015) y es que este "Chasing fire" no es que no sea un digno sucesor, sino que se puede clasificar como un pufo musical. Una banda que bebía de las raíces del rock con en ocasiones un elegante toque pop, aquí opta por seguir la tenebrosa senda de un indie rock sin chispa ni gracia, la producción de Wolffgang Zimmerman anula cual atisbo de personalidad que tuviera la banda y ellos se dejan guiar como corderitos al matadero. Hay temas realmente insufribles: "Lady lights" o "Sometimes" son un par de ejemplos, incluso el tema que había salido de adelanto "My own way" es regrabado de nuevo para este "Chasing fire" quedando de un descafeinado que da pena ¿adónde quedaron las guitarras originales?. Otros temas, podrían haber dado mas juego con otro tratamiento "Safety", "Sweet imagination" o "You make it easy" pero la producción es nefasta.  Y que podemos salvar, pues muy poca cosa: el tema que salió como single: "Smoke and mirrors" aunque adolece como todo el disco de "ese punto de dureza" al menos tiene cierta atmósfera.


Y el otro tema salvable sería "Off my mind", poca cosa para un segundo larga duración.

 ¿Qué fue de aquellos cinco chavales que tan buenas vibraciones nos supieron transmitir en la difunta Rocksound? Pues probablemente una crisis interna, porque cambiaron al batería y mutaron su sonido, el resultado pues mi pocos conciertos y nulo éxito, sí es que eso es lo que buscaban con ese giro sónico, la operación ha sido un fracaso rotundo. Al fondo se atisba una luz, y es que probablemente el año próximo habrá nuevas canciones, con los cinco integrantes originales. Es una banda veterana a la vez que joven pero su resbalón ha sido épico y la credibilidad esta mermada, sólo ellos nos darán respuesta. 

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