jueves, 12 de diciembre de 2013

La caja negra


La caja negra es el decimoctavo libro protagonizado por Harry Bosch, ese policía angelino que nació hace veinte años de la mano de un periodista de sucesos de Los Angeles llamado Michael Connelly. A día de hoy Harry Bosch para los amantes de la novela negra, es todo un clásico de la novela negra, e incluso en nuestro país ha alcanzado un cierto éxito que se ha ido cimentando primero en el boca a boca entre los aficionados a la literatura negra,  luego a través de la red, sin olvidar que un par de adaptaciones a la pantalla de obras de este autor habrán ayudado lo suyo (aunque en ninguna de esas películas Harry aparezca). Cosa que tarde o temprano sucederá en forma de largometrajes o en forma de serie televisiva, pero mientras eso no sucede cada uno en su mente puede poner una cara y un bigote al protagonista de tantos buenos momentos de lectura nos ha dado, de hecho recuerdo que el primer libro que me leí fue precisamente el primero de la serie "El eco negro" gracias a la recomendación del bibliotecario de la  Bóvila (Esplugues) centro de referencia a nivel estatal en todo lo relacionado con la novela negra, tanto en así que incluso tiene su propio premio de novela negra.
Volviendo al libro "La caja negra" se hizo el añó pasado con el premio RBA de novela negra lo que permitió a Connelly llevarse un pellizco monetario nada despreciable en estos días. Un premio justo, aunque personalmente pienso que es más el premio a una trayectoria que a la propia novela en sí, quiero con eso  no quiero decir que el libro que nos ocupa no sea bueno, pero dentro de la serie no es ni de lejos de los más destacados, pero sigue siendo una pieza más de ese bonito puzzle confeccionado por su autor.

Por que el autor tiene la fórmula para atrapar a los lectores en cada una de las tramas que teje en sus novelas. El Harry actual ya tiene aquellos cuarenta años de sus primeros casos, ha entrado en los sesenta con un hija adolescente, pero en el fondo sigue siendo el mismo tipo que se obsesiona compulsivamente con cada caso que aborda, dejando el resto de cosas en un segundo plano lo que luego siempre pasa factura en las relaciones humanas sin ir más lejos, pero él es así y a sus lectores nos gusta. En lo personal me hubiera gustado que Harry fuese un amante del rock, pero no hubo suerte y su música es el jazz y como siempre no faltan referencias a músicos de ese estilo e incluso piques con algún amigo con el que comparte afición por ese género. A los fans nos encantan esos personajes que en algún momento aparecen en sus novelas y luego se cruzan en las otras novelas que el propio autor escribe con otros protagonistas ya sea con Michael Haller (abogado hermanastro de Bosch), Jack McEvoy (por siempre el periodista de "El poeta" o incluso el difunto Terry McCaleb al que el gran Clint Eastwood no supo sacarle todo el partido traicionando el final de la novela. En cuanto a la sinopsis de la novela, tras una introducción que nos traslada a los disturbios raciales de Los Angeles en 1992, Harry Bosch y su compañero son requeridos a la escena de un crimen en pleno corazón del caos, ha aparecido ejecutada en un callejón un chica blanca que resulta ser una periodista danesa, escoltados por la Guardia Nacional. La urgencia de la situación que vive la ciudad, conlleva que nuestro protagonista apenas disponga de una hora de tiempo para dedicarle al caso antes de ser requerido en otro punto de la ciudad, días después el caso es transferido a otros agentes llegando a una vía muerta. Salto temporal y nos trasladamos al año 2012, ahora Harry trabaja en la unidad de "casos sin resolver" una unidad encargada de resolver casos aún no cerrados a la luz de la aplicación de las nuevas tecnologías que en su día o no existían o estaban en sus albores, ya sean secuenciaciones de ADN, análisis balísticos de primer orden, etc. Existen las segundas oportunidades y Harry Bosch está dispuesto a borrar de su vida la desazón que le produjo no poder resolver aquel caso y el recuerdo de aquella chica que recibió el apodo de "Blancanieves", a partir del filo hilo de una pistola, la madeja se ira desenredando llevándonos por unos derroteros bastante diferentes a los que en un principio parecía responder el "crimen dormido", todo esto aderezemoslo con el enésimo enfrentamiento con las jerarquías políticas y policiales, los resquemores raciales dentro del propio departamento de policía de Los Angeles, sus dificiles relaciones con el género femenino me da que su nueva novía le va a durar poco, y su torpe trato con su hija adolescente. La única pega es la innecessaria presencia final de determinado personaje del libro que viene a ayudar y cerrar cuestiones de forma bastante innecesaria. La verdad es que me cuesta imaginar que a este personaje huérfano desde pequeño, su madre prostituta fue asesinada (no sé si un pequeño homenaje del autor al gran James Ellroy), veterano del Vietnam y policía integro por edad no le quedan más de dos o tres novelas, eso sí ,me imagino que el día que se jubile podría seguir como investigador privado o más probablemente asesorando a su relevo generacional, esa hija suya que llora leyendo "El guardián entre el centeno".

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