martes, 12 de noviembre de 2013

El último hombre vivo.

Siendo sinceros y a poco que aflore el espíritu crítico, el impacto que esta película genero en uno con doce o trece años, a día de hoy y tras revisitarla no se mantiene intacto. Son muchos los elementos que juegan en su contra esos "malos" de postín renombrados con un termino cuasi mafioso "La familia" que no son más  que unos zombies de pelo blanco más pasados de moda que los pantalones de campana, que forman una secta liderada por un antiguo presentador televisivo, retrógrado que rechaza las armas modernas y la tecnología y ve en Heston el último vestigio de un pasado nefasto que les ha conducido a un horrible presente. Además de la en ocasiones penosa realización del director Boris Sagal (no lo digo por el empleo del zoom), si no sin ir más lejos por la nefasta utilización del doble de Heston o algún agujero de guión más que evidente (spoiler) la transformación de la amante de Heston mientras va de compras, todo un contrasentido cuando vemos que primero hay que pasar por una fase de cambio similar a la que está sufriendo su hermano. Y sin embargo,  uno le sigue teniendo cariño a esta cinta como decía César Martín esas imágenes de Los Ángeles sin habitantes son antológicas, "Chuck" sigue manteniendo su carisma intacto a la vez que vuelve a lucir pecho y puede dar rienda suelta a disparar el rifle sin ton ni son. Estamos en el año 1971 y está es la segunda versión del libro "Soy Leyenda" del recientemente fallecido Richard Matheson vaya por delante que tiene muy poco que ver con la novela original.
Acorde con los tiempos que corrían  en plena Guerra Fría se produce la debacle de la humanidad por una guerra bacteriológica entre China y URSS (por supuesto los malos son otros no iban a ser los EEUU), y el protagonista Robert Neville es el único humano "sano" debido a que había probado una vacuna en fase de estudio contra esa infección, aquí las estacas de la novela original son sustituidas por armas de fuego, en ningún momento se menciona la familia del doctor Neville con lo cual hemos de suponer que era soltero o divorciado. En cambio y a diferencia de la novela sí que hay un componente sexual mucho más marcado, en una de las primeras escenas cuando el protagonista llega a un concesionario de automóviles no puede resistir la visión de un simple calendario en el que aparece pintada una mujer ligera de ropa y lo arranca, y es que no cuesta imaginarse todo un icono sexual como Heston condenado a tres años sin sexo, véase sino también la escena en que se fija con mirada obsesiva en los senos de una de las maniquíes de la tienda escena que probablemente no llega a más por la aparición de la joven de color, con la que a posteriori podrá desfogarse el "macho" Heston. También es graciosa la imagen de nuestro solitario visitando un cine y revisitando una y otra vez el festival de Woodstock burlándose con sarcasmo de los lemas "hippies", pero luego por circunstancias de la vida casi estará dispuesto a formar parte de una nueva “comuna” de supervivientes que recuerda mucho a las que proliferaron en aquellos años de "hippismo" desatado.

Un tipo que en los últimos años de su vida fue tan defenestrado sobre todo a raíz del documental de Michael Moore, sobre las arma en Estados Unidos, y si bien es cierto que Heston era el presidente de la todopoderosa Asociación Nacional del Rifle, no lo es menos que fue un luchador por los derechos civiles en su país, y asistió a más de una manifestación a principios de la convulsa década de los sesenta a manifestaciones en favor de la población de color en Estados Unidos, hecho que no solía ser mencionado cuando se mofaban de su discurso en la asamblea del rifle.
Quizá lo más sugerente a día de hoy resulte los efectos psicológicos que la soledad provoca en el ser humano como individuo de naturaleza netamente social, esos ropajes risibles que luce el protagonista, esas partidas de ajedrez contra si mismo, ese cierto puntito de perdida de cordura no son si no un reflejo de los estragos que tres años de soledad pueden producir en cualquier mente humana. Es cierto que de nuevo el final de la novela es traicionado y volvemos a tener un "happy end" relativo al igual que en todas las versiones cinematográficas, pero la película pese a esto y un buen número de defectos formales incluida esa banda sonora horrorosa véase cuando Heston persigue a la joven de color por las calles y parque de la ciudad, la música no encaja en absoluto con las imágenes sigue teniendo el encanto de ver un argumento atractivo aunque desaprovechado y a uno de esos actores que llenaban la pantalla.
Como existen tres versiones de la novela de R. Matheson aprovecharé para decir que la que más se aproxima al original literario es la primera versión una cinta italiana de 1964 rodada en las afueras de Roma. Una modesta película serie B, donde destaca sin duda Vincent Price todo un icono del cine de terror por méritos propios. Aquí si que aparecen el tema de los espejos, los ajos, las  estacas e incluso frases enteras de la novela se reflejan en la cinta. Cuando el doctor habla de su inmunidad, la atribuye a la mordedura de un murciélago en Panamá. En la novela hay incluso un momento en el que Neville se compara con Van Helsing. Quizás no sea ajeno a todo esto que el propio Matheson colaboró en el guión aunque al final su nombre no figure en los créditos como guionista por su desacuerdo con el final que se le dio a la película. Sin duda el talón de Aquiles de la película son los zombies/vampiros que vistos hoy no asustan a nadie, carentes de fuerza (ridícula escena cuando Vincent Price se deshace de ellos sin esfuerzo, no hay sensación de peligro ni nada similar y para colmo son seres sin inteligencia, empeñados en repetir una y otra vez el nombre del protagonista). Lo mejor el flashback donde se nos cuenta como la enfermedad entró en la casa del doctor y se llevó a su familia, pese a sus esfuerzos. Y luego la aparición de una superviviente y su visita a casa del protagonista. Sin embargo el final se vuelve precipitado carente de lógica y como en las posteriores versiones se traiciona el espíritu original de la novela abriendo las puertas a un "final feliz", muy distinto de la obra de Matheson.
En cuanto a la tercera versión que es más un remake de la cinta protagonizada por Heston, que otra cosa pues el típico "blockbuster" veraniego, tiene algunos puntos buenos esa Nueva York post apocalíptica, un Will Smith del cual no es uno muy fan pero que está realmente bien, la introducción de la perra Samantha un elemento novedoso y que da bastante juego, el origen de la epidemia, una supuesta vacuna que cura el cáncer y que a la postre supone que es peor el remedio que la enfermedad. Unas cuantas escenas conseguidas, el descenso a la oscuridad en busca de Samy sobretodo la magnífica escena de la despedida entre Neville y su perra, a mi entender lo mejor de la película y que dicho sea de paso marca un punto de inflexión a partir del cual llega todo lo peor de la película, todo se vuelve precipitado y se rompe la lógica, desde unos "infectados" que minutos antes parece quedar claro que tienen inteligencia por la trampa que le tienden a Neville, para descubrir enseguida que "No". De racionalidad cero y por si fuera poco a partir de este momento se transforman en una especie de "enfermos con superpoderes" capaces de subir por las paredes y techos sin dificultad supongo que en aras de una supuesta espectacularidad. La aparición de la mujer y su hijo un tanto artificiosa, amén de las dichosas referencias a Dios que no podían faltar en una película americana, por si fuera poco en el cine se vio un final poco acorde con los tiempos, me abstengo de decir cual es, pero por si acaso se rodó un final alternativo o digamos un "final feliz", por si la película triunfaba a lo grande y ya saben algún día había una segunda parte, ese final que podría recordar a películas como "The postman" o "El bosque", es la base de partida para la nueva "Soy leyenda II" que se estrenará el año que viene.
 
 

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