jueves, 2 de mayo de 2013

Electric Rattlebone

En los próximos días, supongo tendré la oportunidad de escuchar el nuevo álbum de Tom Keifer han pasado casi veinte años desde que este hombre publicó con su banda de toda la visa su ultima obra aquel olvidado "Still climbing", por más que haya tenido problemas de garganta, no dejó de pensar que son muchos años de "dilación" y mucho lo que nos hemos podido perder por ese largo y árido camino. Buen momento este para rescatar, no un disco de Cinderella que siempre es agradable, sino de una banda coetánea con algunos puntos en común con la propia "Cenicienta. Después de todo porque negarlo me gusta sacar del baúl de los recuerdos discos que subjetivamente uno piensa se merecían un mayor reconocimiento o éxito comercial como este "Electric Rattlebone" porque en ocasiones la vida no concede segundas oportunidades a bandas que no triunfan a la primera y nos quedamos especulando sobre lo que podría haber sido, como le sucedió a la banda de Dean Davidson que incluso tenía preparadas las demos de un segundo disco que se debía publicar a finales de 1992, pero la llegada del "grunge" cerceno esa posibilidad. Cierto es que por la red circulan copias de lo que debía ser ese segundo álbum "Just a taste" pero tampoco es menos cierto que se echa en falta esa labor de pulido que nos permitiría valorar en su justa medida ese segundo asalto.
Si Cinderella dieron un paso de gigante del "Night songs" a su siguiente obra dejando atrás influencias demasiado obvias y ganando personalidad con "Long cold Winter" y enriquecieron aún mucho más su sonido con su "Heartbreak station". La evolución de Dean Davidson podríamos decir que corrió en paralelo, estaba triunfando con Britny Fox (banda en la que por cierto llegaron a militar dos ex-Cinderella) es la época de máximo esplendor de las hair bands y sin muchas dificultades la banda glam con reminiscencias AC/DC, Kiss  consigue vender unos cientos de miles de copias de sus dos primeros álbumes, pero el cantante no se siente realizado y al menos en la versión oficial de la historia decide dejar el grupo, porque se siente atraído por un sonido más deudor del blues y su nuevo proyecto son "Blackeyed Susan" que podría definir como el producto de agitar en una coctelera a unos Aerosmith, unos Stones y porque no reconocerlo a los propios Cinderella, si a esto le sumamos una buena voz, es probable que no nos salga la banda más original del planeta pero si nos puede salir un disco más que correcto, como a la postre sucedió.
 
 

En cuanto al disco no se trata de analizar tema a tema, pero hay variedad de sonidos desde la breve introducción que comparte título homónimo con el álbum queda claro que los parámetros de Britny Fox quedan atrás y la influencia del hard y el blues serán señas de identidad. Temas rockeros como "Satisfaction", "Symphathy", "Old lady snow", que se enriquecen en ocasiones con instrumentos de viento, un piano jugueton y unos coros comerciales que pueden ser tanto de los propios miembros de la banda, como en ocasionales coros femeninos. El único video que he encontrado en la red corresponde a "None of it matters", con su peculiar introducción de sitar y un sonido rasgado de guitarra que me recuerda a unos Aerosmith en buena forma.

"How long" el tema más marcadamente blusero del álbum, con un ritmo y una letra serpenteante, piano, harmónica y coros femeninos le dan ese toque stoniano que cuando en cuando asoma por el álbum.  "Best of friend" es el tema dedicado al difunto batería de "Britny Fox" Tony "Styx" Destra y es un tema que suena 100% a los de Cinderella de "Heartbreak Station", esos arpegios, esas guitarras acústicas, los coros góspel no pueden sino rememorarnos el disco de los chicos de Tom Keifer. Quizás lo único que sobra en el disco es la instrumental "Indica" son casi dos minutos de sitar que no vienen muy a cuento. Pero esto queda compensado por otras joyas como la mejor balada del álbum " Ride with me" una "power ballad" sin estridencias, pero perfectamente construida. La vacilona "She´s so fine" o ese poderoso cierre final con Heart of the city" un tributo a sus Philadelphia natal, que roba con gracia parte de los coros  a sus satánicas majestades. Más de veinte años después me sigue pareciendo un LP notable que paso desapercibido pero que goza de cierto prestigio entre los fans y que conviene rescatar de ese baúl de tanto en tanto.

Sobre los últimos veinte años de carrera del artífice principal  míster Dave Davidson, pues decir que no se ha prodigado en exceso, algún concierto esporádico. Un disco ya bajo su nombre en el año 2007 "Drive my karma" mucho más relajado que lo que solía ofrecer en su juventud.
Eso que se llama un disco de autor, un intento en el año 2010 por parte del cantante de reagrupar a los Britny Fox originales, que fracaso por la negativa de la otra parte y ya para este 2013 prevé lanzar un nuevo disco que seguirá estando alejado de aquello que ofreció antaño.


1 comentario:

  1. Sobresaliente disco a la altura de cualquiera de los brutales Cinderella. El de demos mas stoniano si hubiera salido en plan oficial también hubiera sido muy grande

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