Aunque he llegado con retraso a esta serie (es del año 2011 y a estas alturas ya cuenta con dos remakes uno made in USA y otro made in GB/France) no podía dejar de mencionarla con una primera temporada de diez episodios de una hora real, los suecos y los daneses demuestran que "el noir" no ha muerto. Y ese que a priorí la serie tenía bastantes puntos en contra en lo que a uno se refiere, venía de ver " Los crímenes de Fjallbacka" una serie sueca inspirada en novelas de gran éxito de Camilla Läckberg y no me convenció precisamente, un ritmo lento y esa protagonista que parecía la versión rejuvenecida de Jessica Fletcher en un pequeño pueblo costero no eran el mejor precedente antes de enfrentarse a otro serie nórdica. Luego la sinopsis tampoco era para tirar cohetes, policía danés (hombre) policía sueca (mujer) habría de nuevo "tensión sexual no resuelta", tratando de dar caza al enésimo "serial killer" con una inteligencia superior a la media y que se dedica a sembrar de muerte ambas orillas del puente, o sea ambos países. Pero he aquí que lo que realmente se impone son sus protagonistas, su investigación sus particulares vidas privadas. De antológica calificaría la actuación de Sofia Helin, como esa mujer con síndrome de Asperger que provoca que las relaciones con su entorno y con su nuevo compañero sean de lo más peculiares, ya sea su particular forma de buscar sexo, esa adición enfermiza al trabajo con esas llamadas de madrugada a su pobre compañero, sus meteduras de pata, sus preguntas inocentes o esa sinceridad totalmente infantil en alguna escena (sin ir más lejos la cena en casa de Martin Rhode). Este último es su contrapunto su "colega" danés un tipo más campechano, casi más latino que nórdico me encantan también algunas de las frases que pronuncia a lo largo de la serie y que lo retratan en cierta medida: "Soy padre de cinco hijos con tres mujeres distintas", otro que no puede escapar a problemas de hoy en día como ese hijo adolescente atrapado entre internet y los vídeo juegos. Si bien es cierto que en el primer capítulo me costo un tanto meterme en la historia, supongo que es cogerle el ritmo y no despistarse con esas tramas secundarias del trabajador social, o el trasplante del corazón que en principio no sabe uno donde situar muy bien dentro de una historia con sabor tan "negro". La cosa mejora enseguida y subsiguientes subtramas resultan ya mucho más interesantes desde el cínico y chulito periodista con el que contacta el asesino, a la adolescente incomprendida que roba y luego se fuga de casa. Y es que aunque desde aquí se tiende a idealizar a la sociedad nórdica, allí y aquí hay bastantes problemas comunes y no es oro todo lo que reluce. Véase sino el ejemplo de caciquismo que emplea la mujer para conseguir que a su marido le hagan un trasplante de corazón. Muy recomendable, existe un segunda temporada que no me pienso perder.
Sinopsis:
Martin y Saga son dos policías de Suecia y Dinamarca que cruzarán sus caminos en un crimen cometido en el puente que une ambos países, justo en la frontera. Durante 45 segundos se apagan las luces después sobre la línea que divide ambos países en apariencia un cadáver, en realidad dos mitades de dos personas distintas. Este es el punto de origen de "Bron". A partir de aquí dos detectives comenzarán una investigación que les llevará a intentar dar caza a un misterioso psicópata desconocido que pretende mostrarle a la sociedad los mayores problemas que sufren sus ciudadanos: la explotación infantil, el periodismo corrupto, la discriminación racial o la política.
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