A estas alturas de su vida supongo que se dedicará a alguna afición "secreta" o no y vera pasar los días plácidamente, guardándose sus opiniones sobre lo que actualmente hacen sus ex compañeros para sí mismo o para su círculo más allegado, incluso es posible que con tanto tiempo de ocio quizás acabe escribiendo una biografía sobre su banda pero todo esto no dejan de ser especulaciones. Lo cierto es que este hombre lejos de buscar más dinero exprimiendo la "marca" Queen ha optado por lo más sensato retirarse a tiempo y no acabar siendo una caricatura de algo que fue muy grande. Porque un homenaje como el de Wembley en el 92 era algo bonito y emotivo (aunque no sé que hacia Zucchero por allí), porque publicar "Made in heaven" estaba justificado aunque el nivel de la obra no diste mucho de "Hot space", a fin de cuentas eran las últimas grabaciones de Freddie y los fans las queríamos escuchar, aunque no estaban a la altura de las expectativas creadas sobre todo después del buen sabor de boca que había dejado In nuendo, pero todo lo que ha venido después sinceramente sobra, ni Paul Rodgers encajaba en el concepto Queen en directo, y por supuesto tampoco hablemos de esa oda a la nada que es "Cosmos Rock".
El final de esta historia pues ya ven de momento Roger Taylor y Brian May con un chico salido de un karaoke televisivo, tocando sus "greatest hits" en ocasiones como esta para un público que da tirria verlo y con algunos arreglos en las canciones que dan grima, tampoco mejora "Somebody to Love" con la interpretación vocal e instrumental de Fun, pero si hasta el "bueno" de Roger tiene ahora un ayudante a la percusión.
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