Viendo los antecedentes de los músicos que formaban la
banda, la cosa no parecía pintar demasiado bien más los amantes del hard rock,
con la mente abierta a los nuevos sonidos que en 1991 se estaban imponiendo. Analicemos
uno por uno a los miembros del nuevo combo: el cantante Patrick Dunbar procedía
de los muy hardcore, Uniform Choice. Reed St. Mark aún siendo estadounidense
había sido el batería de los suizos Celtic Frost, otro de esos grupos que tenía
bastantes fans y tus colegas te atormentaban en su casa con sus discos. Jason
Coppola que me imagino no tiene nada que ver con el célebre director de cine
había militado en los también hardcore, Chemical Waste. El bajista John Monte militó
tanto en Chemical Waste como en los thrashers M.O.D dónde estaba el guitarra
Louis J. Svitek que también recalaría en Mindfunk, estos últimos al menos eran
graciosos en sus videos y lo mismo arrojaban a un falso Slash del escenario que
tiraban al público a los presentadores.
Cinco músicos que en 1989 se juntaron y abrazaron lo que en
aquel momento se llamaba metal alternativo donde se mezclaban distintos estilos
en una paleta de sonidos multicolor: guitarrazos hard rockeros, bajos funky,
delicados arreglos de guitarras acústicas. A pesar de fichar por Epic, y de la promoción el disco no vendió demasiado, comenzaron las deserciones y aunque nos dejaron dos discos más, el nivel no fue tan alto.
En cuanto al álbum diez canciones que no dan tregua desde la inicial “Sugar
ain´t so sweet” con una banda que va a matar con un Pat Dunbar en estado de
gracia, y una intensidad total que se toma un respiro en ese interludio de tambores tribales y esos arreglos de guitarras que van
entrando y la voz a ratos susurrante a ratos cruda de Dunbar. “Ride & drive”
no baja el pistón con una batería que marca el inicio de la canción y el ritmo
a la vez que las palabras parecen en ocasiones escupidas con rabia algo
heredado de los pasados musicales del conjunto, me imagino. “Bring it on” es un tema con
mucho Groove y un estribillo demoledor. Entre el resto de temas destacar la
frenética “Big house burning” propulsada por el bajo de John Monte y con unos
riffs de hard rock abrasadores. “Innocence” otro tema roquero que es un puzzle con cambios
de ritmo variados y un estribillo, con
un aire a “Bang Tango”. O la final “Touch you” otra estupenda mezcla de
hard rock con unos toques funky, que a
mí me recuerda un tanto al “Dirty Frank” de Pearl Jam. El único momento de
relax es la impagable balada “Sister blue” con una combinación acertada de
guitarras eléctricas de blues y guitarra española, un tema que siempre me ha
parecido espectacular, lo primero que escuche de la banda en la radio local de la ciudad y que me llevó de cabeza a comprar el vinilo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario