Esta serie (no confundir con otra de hace unos añitos del mismo título centrada en la figura del difunto Ian Dury) es actual, y a pesar de ser poco conocida ha conseguido renovar para una segunda temporada, lo cual no está nada mal en los tiempos que corren.
Sex, drugs & rock & roll que nadie se engañe es una comedia, pero diría que con bastante mala leche de fondo.
La sinopsis es la siguiente: Johnny Rock era el cantante de una legendaria banda de Nueva York "The Heathens" que parecía iban a dar el gran salto a la fama, famosos por sus grandes conciertos y desfases, la banda se separo el mismo día que publicaron su primer y último disco. El motivo, el guitarra de la banda John Corbett, alias Flash se encontró a su mujer en la cama con Johnny Rock. Veinticinco años después el resentimiento entre Johnny y Flash se mantiene en todo lo alto, pero mientras que Johnny está en las últimas debido a que no ha tenido ningún éxito con sus canciones, a la par que ha sido incapaz de abandonar sus viejos vicios: farlopa y alcohol para más señas. Flash ha mantenido un cierto "status" si se le puede decir así al presentarse como el guitarra de Lady Gaga, esa señorita que luce extraños modelitos.
La sinopsis es la siguiente: Johnny Rock era el cantante de una legendaria banda de Nueva York "The Heathens" que parecía iban a dar el gran salto a la fama, famosos por sus grandes conciertos y desfases, la banda se separo el mismo día que publicaron su primer y último disco. El motivo, el guitarra de la banda John Corbett, alias Flash se encontró a su mujer en la cama con Johnny Rock. Veinticinco años después el resentimiento entre Johnny y Flash se mantiene en todo lo alto, pero mientras que Johnny está en las últimas debido a que no ha tenido ningún éxito con sus canciones, a la par que ha sido incapaz de abandonar sus viejos vicios: farlopa y alcohol para más señas. Flash ha mantenido un cierto "status" si se le puede decir así al presentarse como el guitarra de Lady Gaga, esa señorita que luce extraños modelitos.
Johnny Rock ha tocado fondo, su agente sólo le ofrece como salida algo tan de moda hoy en día como participar en bandas tributo, y las afortunadas son clones de Bon Jovi o Bryan Adams. Veremos incluso una escena en la que el viejo rockero reza a un Dios en el que ni siquiera cree de verdad, prometiéndole dejar las drogas a cambio de un golpe de suerte. Casualidades de la vida, aparece una chica de veintidós años que no es otra que su propia hija, cuya existencia desconocía, (todo muy original) ella busca la fama y quiere llegar a ella a través de la vieja banda de su progenitor. Ya saben ustedes el tema de la segunda oportunidad en la vida.
No se asusten, la serie comienza con una especie de falso documental donde bandas actuales hablan sobre la gran influencia que The Heathens tuvieron en su carrera, y sí, salen un par de tipos conocidos por todos; el omnipresente Dave Grohl y Greg Dulli.
Es cierto que la serie no es ni de lejos perfecta, entre los defectos esa imposibilidad de escapar a todos los clichés rockeros, aunque por otro lado son casi inevitables: egos descomunales, la relación amor odio entre los líderes de la banda al estilo Jagger/Richards, Tyler/Perry, los intentos de desintoxicación, el deseo de aparentar una edad que no se tiene, la crítica feroz a la industria musical o ese productor genial (todo un cabroncete) del capítulo final. También es cierto que hay capítulos con algún guión algo más flojo o algunas situaciones un tanto increíbles (a modo ejemplo: que Flash acceda a reunir la banda tras ver la foto de la hija de Johnny es cuando menos un tanto inverosimil, por muy canino que a uno le pùeda poner la zagala).
Y aunque ese final de la primera temporada tiene su gracia sonando la música "travestida" de la banda, como sintonía de un anuncio de infecciones vaginales podían haber ido incluso un poco más para allá.
Pero por contra la serie también tiene algunas virtudes, son capítulos de apenas 23 minutos con lo que nunca te empachas, ese cameo en el tercer episodio de Joan Jett me encanta, realmente creo que ni actúa es que ella es así. Por otro lado lejos de tirar de lo fácil y limitarse a hacer versiones de grupos conocidos o darnos el coñazo con una sola canción hasta la saciedad, la serie con mayor o menor fortuna arriesga y nos presenta cinco o seis canciones originales, que cada uno deberá juzgar.
Diálogos punzantes y por otro lado las cargas de profundidad contra "cositas" como Sting, Coldplay o Radiohead son habituales y se agradecen, el lenguaje en ocasiones lo bastante obsceno, como debe ser en el rock & roll.
Y luego hay un par de personajes secundarios que van creciendo y dan lugar a algunas de las mejores escenas "Spinal Tap" en la serie. Son el batería Bam Bam y el bajista Rehab. Con momentos delirantes ya sea en el episodio de la boda de la madre de Johnny Rock, o esa escena en la que exigen a los dos capitostes de la banda un reparto igualitario de los royalties poniendo como ejemplo a U2, siendo incapaces de recordar como se llaman el batería y bajista de la banda irlandesa. Por no hablar de cuando deciden montar un proyecto paralelo a la banda y buceando en Internet descubren lo mucho que ha evolucionado la música, cosa que ya habíamos descubierto con los pánfilos del normal core.
Pero sin duda mi momento preferido de la serie es cuando estos dos pirados conscientes de sus limitaciones físicas (no de las otras mentales) no en vano a parte de llamarlos viejos, a uno lo llaman con buenas palabras "gordo" y al otro el abuelo de Fran Zappa deciden digamos superar sus limitaciones imitando el modelo Daft Punk.
Ahora sólo queda esperar a que el año que viene tengamos otra ración de Drugs, sex & rock and roll.
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