Perdonen ustedes pero de vez en cuando uno no puede evitar
ponerse algo nostálgico y recordar batallitas o momentos de esos que ya nunca
volverán. Hace muchos años cuando llegaba el verano y las vacaciones uno de los
rituales era preparar un buen puñado de casetes y llevárselos consigo al
maravilloso lugar donde uno veraneaba, a ser posible la mayor cantidad que
cupiera en la maleta por supuesto casetes originales y un buen puñado de grabados eran el manjar diario en
los días de estío. Ahora se cumplen cincuenta años de la aparición de este hoy
anacrónico formato, y que este mismo año han dejado de fabricarse las pletinas
de casete, es difícil no sentirse un poco sentimental y pensar que quienes crecimos en los ochenta creo le
sacamos todo el partido posible al viejo formato. Inolvidables aquellos días de
playa con el "loro" a todo volumen en Castelldefels o Sitges a veces a no mucha
distancia de otros héroes de aquellos días como "Los Chichos" o
"Los Chunguitos".
Bien con el paso de los años muchas casetes han ido
cayendo por el camino, tenía y tiene este formato el inconveniente de que las
cintas les gustaba enrollarse en los cabezales y en ocasiones no había más
remedio que amputar un trozo y remendar con celo la situación cosa que daban
lugar a extraños saltos en alguna canción, y cuando la cosa sonaba rara de
cojones había que tomar mano de un destornillador pequeño y ajustar el cabezal para
que el sonido dejase de sonar distorsionado
o apagado, eso cuando no había que coger un palillo de las orejas y
convenientemente mojado en alcohol proceder a limpiar el cabezal metálico de
óxido, pero para que negarlo todas estas operaciones tenían cierto encanto, a
ver quién es capaz de reparar algo hoy inundados en tecnología de ceros y unos.
A día de hoy apenas le quedan a uno una treintena de cintas originales, pero todavía sobrevive la primera cinta que me compre aquella de "Música del oeste" con más de treinta años a sus espaldas, claro que no hay que olvidar que es "made in Hospitalet", descansen en paz todas aquellas que se fueron quedando por el camino:
Diabolicca, Live magic, Rock & Ríos, Metal heart y compañía. Amén de un buen puñado de
cintas todavía precintadas y unos cientos grabadas y con un futuro incierto en estos
tiempos tan modernos, pero me sigue costando tanto desprenderme de esas
antiguallas que supongo terminaran en cierto desván cogiendo polvo, hasta
dentro de muchos años.
Quien no aprendió a bailar el twist de los Travelling Wilburys con esas instrucciones que portaba el casete y quien no leyó mil y una veces las letras del Born in the USA.
Y si no siempre nos quedará este vídeo "It´s a different dance" como decía Bob Dylan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario